Escribir bien en la oposición: clave para aprobar
Cuando te enfrentas a una oposición docente, no solo se evalúa lo que sabes, sino también cómo lo comunicas. Especialmente en la primera prueba escrita, que en muchas comunidades autónomas es leída directamente por el tribunal, cada palabra cuenta. Y no solo el contenido, sino también la forma en que lo expresas. Hay algo que no siempre se dice en voz alta, pero que pesa mucho en la balanza: una redacción clara, cuidada y sin errores transmite profesionalidad, seguridad y competencia. Mientras que un texto plagado de faltas ortográficas, incoherencias o estructuras confusas puede empañar incluso el mejor contenido. En una oposición, no estás escribiendo para ti. Estás escribiendo para que otros —que no te conocen, que te leerán con atención crítica y con muy poco tiempo— entiendan y valoren tu propuesta. Y en ese contexto, la ortografía, la puntuación, la organización de ideas y el tono no son un adorno. Son parte de tu mensaje y en muchas ocasiones objeto de penalización expresa en la calificación de la prueba.
Un tribunal que se encuentra con errores recurrentes en un tema, en un supuesto práctico o en una programación didáctica tiene argumentos objetivos para penalizarte. Pero más allá de eso, se genera una imagen: la de un opositor o una opositora que no ha cuidado los detalles, que no domina bien la herramienta principal de su profesión: el lenguaje. Esta idea de que «lo importante es el contenido» circula mucho entre opositores. Y sí, el contenido importa, y mucho, pero la forma en que lo expresas también dice algo de ti. Imagina que tu programación es clara, coherente, didáctica… pero contiene faltas de tilde, errores de concordancia o frases mal construidas. Eso no solo dificulta la lectura, sino que genera una sensación de descuido que puede condicionar toda la evaluación. Por eso, escribir bien es una responsabilidad profesional, no una cuestión estética.
Con esa convicción, he preparado un recurso sencillo, directo y útil: el Manual básico de ortografía para oposiciones docentes. No es un tratado de lingüística. Es una guía pensada para quienes se preparan para opositar y quieren cuidar su expresión escrita, evitar penalizaciones y transmitir seguridad en cada línea. Incluye las normas ortográficas más relevantes —las que suelen generar más errores— explicadas con ejemplos claros, y con especial atención al contexto docente. Además, está diseñado para que puedas consultarlo rápido, subrayar, revisar antes de entregar un tema o pulir tus textos sin perder tiempo. Lo tienes disponible en mi web, en la sección de MATERIALES, para quienes se preparan con vocación y exigencia profesional.
Dominar la expresión escrita es parte de tu preparación como docente. No solo porque te lo pide el tribunal, sino porque formarás parte de una profesión donde la palabra es una herramienta diaria, constante y poderosa. Escribir bien no es solo evitar faltas. Es comunicar con claridad, con orden y con intención educativa. Y esa competencia, como todo lo importante, se entrena. Si este manual puede ayudarte a dar ese paso con más confianza, su objetivo está cumplido.
Puedes acceder al índice del manual haciendo clic AQUÍ.